top of page

La Desesperanza y la Culpa

  • MGF
  • 4 nov 2020
  • 1 Min. de lectura

Cuando te dicen que tu hijo tiene un TEA, no sabes por dónde empezar, no sabes si las broncas (y alguna que otra colleja) han sido una buena determinación para corregir su comportamiento, pero te das cuenta de que cuando has llegado a esos extremos es porque tu paciencia se ha colmado hasta un punto insostenible.


Te culpas, por haberle regañado tantas veces por tirar las cosas al suelo, cuando para él era algo tan importante como un estímulo, te culpas porque le has regañado por dar patadas a la puerta, cuando para él era su forma de decirte "quiero entrar", te culpas cuando le has regañado por cosas insignificantes que tal vez para él son su mundo y su forma de comunicación.


Buscas el porqué, cuando de momento ni siquiera lo hay, ¿será por haber fumado? ¿será por las caídas? buscas, buscas y no encuentras.


Pero llega un momento en el que aceptas, aceptas que es tu hijo, que tiene esa condición, que la va a tener para siempre y decides buscar todo lo que sea necesario para mejorar su vida, terapias, trabajos en casa, recursos.


Por suerte, tengo el ordenador, la impresora y buenos conocimientos de diseño gráfico para poder crearle material en imágenes, en palabras, sólo necesitaba una plastificadora, y por supuesto me hice con ella.


Asíque nos pusimos manos a la obra, buscando ejercicios que pudiera realizar y poco a poco hemos mejorado, tanto el con sus capacidades, como nosotros con nuestras paciencias

.

 
 
 

Comments


© 2020 Mundo de Aarón - MGF

bottom of page