Cuando Aarón tenía 2 meses, Edu y yo decidimos que debíamos protegernos, no nos ibamos a querer más, ni menos de lo que ya nos queríamos, pero debíamos estar protegidos ante cualquier contingencia, y de esa forma, proteger también a Aarón.
Por esta razón, decidimos casarnos, en principio iba a ser un "martes y en vaqueros" pero quisimos que nos acompañase tanta gente, que al final en un tiempo récord, organizamos nuestra boda. Si queréis que os cuente un secreto, una de las cosas que más ilusión me hizo, sino la que más, fue encontrar la vestimenta de Aarón, que para la boda estaría a punto de cumplir 5 meses... (Si, si, organicé la boda en 3 meses...).
Aarón tenía que ser el más elegante de todos, un pingüino negro, con camisa blanca y pajarita, sus zapatos de charol... Iba a ser el muñeco de la boda.
Llegó el día y ¡aaaaaaay! Que no le entran los zapatos, es lo que tienen los bebés, que casi de un día para otro, han crecido, asíque bueno, tuve que buscar (cuando ya iba con mi maquillaje y el peinado a medio hacer) por todo el pueblo, unos zapatos que nos cuadrasen... y no, no cuadraban mucho, pero Aarón iba precioso, los zapatos fueron un detalle sin importancia en aquel momento...
Fué un día increible, y aunque Aarón estaba un poco enfermo (típico resfriado mal curado), disfrutamos muchísimo el día, con el, con la familia que tenemos y con todos nuestros amigos.