Llegó la revisión de los dos meses de Aarón (creo que esa era la primera de todas), tras observar las cosas típicas, oídos, garganta, peso, altura, contorno de la cabecita, contorno del tronco, pasaron a auscultarle.
Escuachaban y escuchaban -parece que tiene un soplo- decía Piedad, su pediatra -sí, si que lo tiene, no tiene por qué ser nada, pero te voy a mandar al cardiólogo pediátrico para que le revisen-.
8 de Febrero de 2018
Tranquila, pues yo tengo un soplo desde muy pequeña y es totalmente funcional, cogí a Aarón, y lo llevé el día de la cita al cardiólogo. Una enorme sonrisa esperaba tras la puerta de la consulta, Elena, su (hasta hoy) cardióloga nos recibía muy amablemente.
Le realizaron una serie de pruebas rutinarias, medición de la tensión, electrocardiograma, etc... no puedo decir que no resultase inquietante, verle tan pequeño y frágil con tanto cable por encima, pero bueno, sabía que era una prueba, que no pasaba nada.
Tras estas pruebas, como digo rutinarias, Elena comenzó a hacerle un ecocardiograma, vamos, una ecografía del corazón, miraba por un lado, por otro, en una posición en otra, Aarón lloraba y el cuadro acabó siendo digno de museo, yo en la camilla con el pecho fuera, Aarón mamando y la doctora con su aparatito mirando el corazón de mi pequeño a través de una pantalla.
Cuanto tarda... emiezo a mosquearme, no me termina de gustar que mida tanto, una y otra vez las mismas cosas...
Después de unos 20 larguísimos minutos, pongo a Aarón en el carro, Elena se sienta en su sitio y yo me siento en el mío -Bueno pues Aarón tiene una CIA y una Estenosis Pulmonar-.
El mundo se me vino encima, todo estaba siendo demasiado feliz hasta ahora, por algún lado tenía que venir el disgusto pero... ¿Por mi hijo? ¿Mi pequeño? No, por ahí no por favor...
Elena me explicó lo que era cada una de las dos cosas que Aarón tenía, una de ellas, la CIA, me explicó que era "un agujerito que existía en la pared del corazón y hacía que sus aurículas estuvieran comunicadas", también me dijo que había casos en los que se quedaba así para siempre y otros casos en los que se cerraba expontáneamente. Pero lo que la preocupaba más era la Estenosis Pulmonar, un estrechamiento de (no sabía en ese momento porque no se había dejado mirar muy bien) la válvula pulmonar, o la propia arteria pulmonar. -Es leve, por lo que por el momento no hay que hacer nada, pero si pasa a ser moderada o grave hay que operar de urgencia. Se le mete un globito desde la ingle por la arteria y se hincha donde se encuentra la Estenosis, si en algún momento le ves cianótico, es decir, con los labios azules, tienes que irte corriendo al hospital- fueron apróximadamente las palabras de Elena.
¿Y ahora cómo le doy esta noticia a su padre que está en el trabajo? Mi madre, que me había acompañado a la consulta de cardiología, y yo nos fuimos a un bar que soliamos frecuentar también cuando desayunábamos con mi padre antes de sus sesiones de quimio. No se me había ocurrido hasta ahora, pero le podríamos haber bautizado como "El Bar de la Enfermedad". Estando ahí, mi madre se quedó dentro con Aarón y yo salí a llamar a Edu, le dí la noticia entre lágrimas y los dos lloramos juntos, pero volvimos a decidir ser fuertes, volvimos a pensar que con llorar no conseguíamos nada...
